El motivo de la presente es acercarles el saludo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en ocasión de la celebración del XXXIII Concilio de vuestra Iglesia.
Dice el salmista: “Que bueno es cuando los hermanos y las hermanas están en unidad” (Salmo 133).
La unidad ecuménica resulta una Gracia en tiempos de divisiones e individualismos.
Hoy en nuestra región enfrentamos un sinnúmero de situaciones muy preocupantes y desafiantes a la vez.
La experiencia global de la Pandemia del COVID 19 que ha dejado pérdidas irreparables de enorme dolor y secuelas que permanecen hasta hoy; propuestas y discursos cargados de odio y estigmatizaciones contras las minorías; desigualdades económicas que se acrecientan; la violencia machista que provoca la muerte de una mujer cada día; expresiones sociales y políticas cada vez más radicalizadas y violentas que desconociendo cualquier tipo de institucionalidad plantean la sobrevivencia de los más aptos, el fin de cualquier tipo de solidaridad humana, la eliminación de quienes son diferentes; los gemidos constantes de la naturaleza maltratada.
El mundo pide a gritos signos de reconciliación y compromiso con la vida y dignidad de las personas y la creación; gestos que reconstruyan las enormes fracturas y divisiones; gestos que promuevan una mayor igualdad. Las sociedades y las personas necesitamos recuperar la esperanza que nos anime a trabajar y comprometernos en favor de un mundo más humano y ecológico, un mundo reconciliado en el amor de Cristo que es ternura y justicia a la vez.
De allí la importancia de estar unidos y unidas en un mismo Espíritu, el Espíritu de Dios, para ofrecer al mundo un testimonio público profético y misericordioso que dé cuenta de la buena noticia del Reino de justicia y paz inaugurado por nuestro Señor Jesucristo.
Quiera el Señor permitir que ambas iglesias sigamos trabajando y orando en unidad para dar testimonio de que un mundo más humano y ecológico es posible.
Que el Señor bendiga vuestro Concilio y el testimonio evangélico de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana del Brasil.
En Cristo Jesús
Pastor Leonardo